El siguiente es un articulo que encontre en internet, me senti tan agradecida por tan bello texto, y no me pude contener las ganas de ponerlo aqui! Muchas Gracias!
Les propongo esta imagen mental: “un carajillo de 6… talvez 8 años, que pasa viendo tele todo el día y de pronto oye una tonada que le recuerda que viene un programa aburrido” y no era que no le gustaba, simplemente que el chiquillo tiene una mamá que cocina “porque hay que hacerlo!” no porque fuera una aficionada a la cocina, entonces el programa no causaba impacto alguno.
Bueno, esa misma tonada la oyó y oyó durante muchos años más; poco a poco tomando conciencia de lo rico que se veían las cosas que la señora cocinaba y haciendo comparaciones con programas similares.
Era el tiempo de “Cocinando con Tía Florita” (que se me confundía con la Tía Flory, los ochentas eran The Aunt Era), Teleclub, La Hora de Arlene (qué fineza la de Arlene y su asistente!).
Para mí, sin dejar de lado a todas las otras señoras de la cocina, Tía Florita es TODA! y por muchas cosas…
Hay mucho trabajo para que cuando usted oiga aquella emblemática canción, recuerde directamente a esta señora y su programa… y cuidado que usted piensa que todavía se presenta en canal 7.
Tía Florita ha vivido muchos cambios, en su formato, canal y recetas, pero ha sabido reaccionar; gente, estamos hablando de una señora ya grande que inició en TV cuando la única casa de la cuadra que tenía una IBM era la del vecino platudo; y la internet como la conocemos… no la conocíamos.
Yo recuerdo que para mí, era el programa de comida fina y un día de estos la estuve viendo en canal 13 y palabras más palabras menos, la señora dice “yo les trato de traer recetas que puedan hacer todos los días, pero también les traigo alguna con más ingredientes y otras técnicas, porque también tienen que aprender la técnica”… ME ENCANTÓ!, cuando dijo eso, casi le aplaudo… fue la forma de decir “hacemos chayotico hervido, pero wilas, no voy a dejar de hacer cosas más finas!”
Esa clase de regañada, sólo una señora que se las sabe todas, puede hacerla, sin que nos sintamos mal! Y la señora y su equipo de trabajo, muy concientes del momento económico que vivimos, han sabido equilibrar sus propuestas con recetas más o menos elaboradas.
Otra imagen mental para mí, era entrar al super y ver los libros de Tía Florita, con ese diseño tan característico, de una mujer cocinando super feliz en blanco y negro y un fondo de un solo color (morado, amarillo, etc). Pero les soy sincero, no tengo ni uno de ellos! He hecho recetas de los libros, porque se los he pedido prestados a un amigo, y lo único que me hacía dudar a la hora de cocinar, es que el bendito libro no tenía imágenes, pero cuando se editaron eran otros tiempos, tiempos de creatividad, la señora que hacía la receta, la presentaba a como le saliera, hoy por hoy queremos que quede igual al de la foto! Les digo algo, ERROR! la foto es como una modelo en una revista, ni la modelo misma se parece a la de la foto, así nosotros deberíamos aprender a cocinar y simplemente tomar la imagen como una simple guía.
Entre las cosas que uno va comprendiendo de grande y cuando se mete en esto de la cocina, es, que las recetas de Tía Florita siempre salen, refiriéndome con esto, a que si usted la sigue tal y como está, siempre le va a salir. Y me imagino que la razón es porque la señora la hizo, la probó o reprobó no sabemos, pero al final la corrigió y dijo “así es como quiero que quedé este lomo con salsa de ciruelas!”
Otra cosa por la que admiro a esta señora, es que talvez mucha gente piense que la cocina es para esas señoras que se la pasan todo el día sudando la gota gorda para alimentar a toda la familia, y no es así.
Tía Florita rompió ese paradigma machista, ella no es una simple cocinera, es una mujer, empresaria y exitosa en su campo, ha sabido valorar su trabajo y hacer que los demás lo valoremos. Me imagino que el precio para que Tía Florita le cocine a uno debe ser elevadísimo, y bien por ella, bastante que le ha costado, si todos valoraramos nuestro trabajo de esa forma, muchas carreras y trabajos serían mejor remunerados.
Y pasado el tiempo, sigue rompiendo paradigmas, la señora es una mujer de la tercera edad y continúa vigente treinta y resto de años después, desde su primer programa.
Eso es un gran ejemplo a seguir, trabajar por un sueño durante todo el tiempo que ese sueño quiera durar!