Ingredientes:
6 papas entre medianas y grandes lavadas, 1 tomate grande, 1 lechuga, 1 diente de ajo o un echalot bien picadito, queso parmesano rallado para servir.
Vinagreta: 2 cucharaditas de mostaza, 1 cucharada de vinagre de vino blanco, 100 mol de aceite, 70 gramos de queso parmesano rallado.
Preparación:
Poner las papas en una olla grande con agua y sal.
Llevar el agua a ebullición, reducir el fuego y dejarlas cocinar de 30 a 35 minutos, o hasta que estén tiernas. Retirarlas del fuego y sumergirlas en una fuente con agua helada para que dejen de cocerse. Pelarlas, cortarlas en daditos de 1 cm. Y dejarlas enfriar.
Poner una cacerola de agua a hervir. Con la punta de un cuchillo afilado, hacer un corte pequeño en forma de cruz en la piel de la parte superior del tomate y sumergirlo en el agua hirviendo durante 10 segundos. A continuación, ponerlo en un tazón con agua fría, pelarlo partiendo de la cruz y quitarle el tallo. Dividir el tomate en cuartos, retirar las semillas y trocear la pulpa. Reservar.
Vinagreta: mezclar la mostaza y el vinagre en un bol pequeño y sazonar a gusto. Verter gradualmente el aceite, manteniendo siempre un chorrito estable, e ir batiendo la mezcla hasta conseguir una crema homogénea y espesa. Añadir el parmesano rallado y bañar los dados de tomate en la vinagreta hasta que estén bien cubiertos.
Colocar las hojas de lechuga en 6 platos y apilar un montoncito de de ensalada de papas en el centro de cada uno de ellos. Espolvorear cada ensalada con el ajo o echalot muy picado y los dados de tomate. Añada luego el queso rallado y pimienta negra recién molida. Servir.