3 tazas de harina, 1 taza de azúcar, 1 ½ cucharada de polvo de hornear, pizca de sal, ¾ taza de grasa vegetal (yo usé margarina), 3 huevos ligeramente batidos, ½ taza de leche fresca, 1 cucharadita de vainilla.
7 tazas de frutillas, 1 taza de azúcar + 2 cucharadas, 2 cucharadas de grand marnier, 2 tazas de crema de leche espesa, ramitas de menta para adornar.
Cernir juntos 1 sola vez, los ingredientes secos al tazón de la batidora. Comenzar a batir lentamente, añadiéndole la manteca de golpe y continuar a la velocidad mas baja hasta que se forme como trocitos pequeños uniformes, limpiando el tazón cuando fuere necesario. Agregar el huevo, leche y la vainilla. Mezclar solo hasta que la masa luzca lisa y espesa. Llevar a la heladera por lo menos 30 minutos. Entonces estirar la masa en forma de rectángulo, sobre la mesada enharinada, a un grosor de ¾”.
Cortar 6 shortcakes (budincitos), con cortador redondo de 4” de diámetro y colocarlos sobre placa engrasada, para hornear galletas.
Cortar en tajadas gruesas 5 tazas de frutillas y dejar aparte. Licuar o procesar las 2 tazas restantes con 1 taza del azúcar y el grand marnier. Servir esto sobre las frutillas en tajadas y dejar aparte.
Batir la crema con las 2 cucharadas de azúcar restante hasta que esté firme como para decorar. Dejar aparte en la heladera.
Llevar al horno precalentado a 350 F y hornear por 13 minutos o hasta que dore la superficie.
Abrirlas por la mitad mientras aun están calientes y distribuir por cucharadas, porciones iguales del relleno de frutillas sobre cada mitad de budín, decorar con un rosetón de chantilly y tapar cada shortcake con su tapa (la tapa previamente espolvoreada con azúcar impalpable). Adornar con ramita de menta.
Nota: mejor hornear los shortcakes juntos antes de servir; sin embargo se puede tener preparada la masa y labrados, hasta con 6 horas de anticipación, sobre la placa de horneare galletas y mantener en la heladera. Las frutillas también se pueden preparar con anticipación.