1 kilo de cebollas blancas, 4 cucharadas de manteca, 1 cucharadita de aceite, pizca de azúcar, ½ taza de vino blanco seco, sal al gusto, pizca de nuez moscada, ½ taza de crema espesa, 1 huevo, 350 gramos de queso gruyere, 1 corteza de tarta de 11”, helada.
Cortar la cebolla juliana (1/4” de grosor), luego picarla grueso.
En una sartén gruesa calentar la manteca con el aceite, agregar la cebolla, tapar y cocinar a fuego medio por aprox. 10 minutos, o hasta que las cebollas se tornen lacias y empiecen a soltar jugo. Agregarle la pizca de azúcar. Destapar y cocinar las cebollas a fuego medio-alto por 30 a 45 minutos, moviendo frecuentemente con cuchara de madera para incorporar los doraditos de la sartén. La cebolla debe resultar de color dorado oscuro y reducirse a una pequeña masa, cuidando que no se queme y asegurando un dorado parejo.
Pasar la cebolla a un tazón. Echar el vino a la sartén y hervirlo desglaseando los jugos dorados del fondo, hasta que el liquido se reduzca como una salsa espesa. Incorporarle las cebollas, echarle sal, nuez moscada, crema y el huevo. Rectificar la sazón. Este plato, si se desea, se puede tener listo hasta este punto desde la víspera en la heladera.
Rallar el queso y distribuir la mitad en el molde forrado en la masa y helado. Encima acomodar en forma pareja la mezcla de la cebolla y tapar con el resto del queso.
Llevar al horno precalentados a 375 F por 40 – 45 minutos. Si la parte superior dore demasiado, bajar ligeramente la temperatura hacia el final del cocimiento.
Servir tibio o a temperatura ambiente.
Esta tarta se puede hornear con algunas horas de anticipación pero no se debe llevar a la heladera.
Masa para tarta de cebollas al gruyere: ½ taza de manteca helada, 11/2 tazas de harina, pizca de sal, 3 – 4 cucharadas de vino blanco seco, helado.
Cortar con cuchillo filudo la manteca en cubitos de 1”.
En la procesadora mezclar junto con la harina y la sal utilizando la cuchilla de metal, pulseando hasta que la manteca resulte como pequeños pedacitos.
Con el motor andando, agregar 3 cucharadas de vino helado. Probar la masa apretando un poquito de masa entre los dedos. Debe mantenerse unida y húmeda. Si se seca y se desmorona, agregarle mas vino.
Vaciar la masa a la mesada a apretarla en forma de bola achatada. Colocarla en bolsa plástica o envolverla en papel manteca y llevar a la heladera por 1 hora y media mínimo. Estirar la masa sobre la mesada ligeramente enharinada y cubrir un molde de fondo desarmable de 11”. Recortar el exceso de masa del borde, y pinchar el fondo con tenedor. Si fuera posible llevar a la heladera el molde forrado por lo menos 30 minutos. Esto ayuda a que la masa sea ligera y se encoja menos.
Esta corteza se puede tener lista y en la heladera hasta con 2 días de anticipación o congelada tapada parta uso futuro.