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12 zapallitos pequeños, duros, lisos y brillantes, 1 cebolla blanca picadita, aceite, 6 tajadas de pan lactal, grande, sin corteza, 1 taza de leche evaporada, 1 taza de agua, 3 huevos, orégano picado, ½ taza de parmesano, sal y pimienta.
El pan se pone a remojar en la mezcla de leche y agua.
Se lavan bien los zapallitos y se les corta los 2 extremos. Después se cortan por la mitad a lo largo y con una cucharita se les retiran las semillas (no tirarlas), dejando comida pegada a la cáscara. Estas se cocinan en agua hirviendo con sal por 10 minutos.
En una sartén freír la cebolla en 1 cucharada de aceite. Después se pican las semillas crudas de los zapallitos y se agregan a la cebolla que esté amarillita en la sartén. Se le echa sal y pimienta se revuelve bien y se tapa un ratito. De vez en cuando hay que mover hasta que cocine bien en sartén destapada, a fuego fuerte y se consuma el líquido. Se retira para que enfríe sobre un colador.
Por separado en una sartén con 2 cucharadas de aceite cocinar el pan con toda la leche en que remojó hasta que espese como una crema con sal y pimienta, luego agregarle la mezcla anterior y retirar del fuego.
Añadirle el huevo batido ligeramente, el parmesano y el orégano. Probar la sazón.
Los zapallitos se colocan con la cavidad hacia arriba en una placa gruesa aceitada. Se rellenan y se les rocía con unas gotitas de aceite. Al horno a 350 F por 1 hora.
Comerlo tibio con una rajita de limón.
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