2 pechugas deshuesadas grandes – sal y pimienta – 1 cucharada de mantequilla – 1 cucharada de aceite.
Relleno: hojas de albahaca fresca – 2/3 taza de aceitunas negras – 2 chiles morrones – 100g de tocineta
1 lámina de pasta de hojaldre de 800g – 2 yemas
Salsa: 3 cucharadas de aceite de oliva – 1 cebolla mediana picada – 2 ajos picados – 2 tazas de puré de tomate – sal y pimienta – 1 taza de crema dulce fresca.
Partir las pechugas a la mitad. Hacer un corte a un lado de cada pechuga, sin despegar la piel. Abrir. Majar con un mazo de cocina para aplanarlas un poco. Condimentar con sal y pimienta. Disponer ½ tajada de tocineta, 1 hoja de albahaca fresca, trocitos de aceitunas y 2 tiras de chile morrón. Cerrar la pechuga. Repetir el procedimiento con las demás. Calentar el aceite y la mantequilla en un sartén, saltear las pechugas hasta que doren por ambos lados. Retirar y dejar refrescar. En la misma sartén agregar más aceite, cristalizar la cebolla y los ajos. Agregar el puré de tomate, las hojas de albahaca que sobran del relleno, sal y pimienta. Dejar hervir unos minutos. Agregar la crema dulce, hervir por 2 min más y apartar.
Extender la pasta de hojaldre y partir 8 cuadros. Partir cada pechuga rellena a la mitad y cubrir con la pasta de hojaldre, cerrando las puntas hacia abajo. Se puede decorar con detalles de pasta de hojaldre cortada con cortador de pastillaje. Disponer en una bandeja engrasada y enharinada. Barnizar con yema de huevo. Repetir el procedimiento con los demás ingredientes. Mantener refrigerado. Una hora antes de servir, precalentar el horno a 400º F y hornear las pechugas, hasta que el hojaldre se vea crecido y dorado.
Calentar bien la salsa. Disponer las pechugas en costra en un plato y servir con la salsa a un lado.